La neurociencia se ha convertido en una aliada imprescindible para consultar el comportamiento del consumidor. A través de herramientas que permiten medir las reacciones sensoriales y neuronales de los clientes, las marcas pueden conocer de antemano si un nuevo producto tendrá éxito.
En Barcelona, Ipsos pone a disposición de las marcas un supermercado ficticio, llamado Shopper Lab, donde las firmas puedan testar sus productos prescindiendo de cuestionarios y entrevistas. Es más, la consultora ofrece unas gafas especiales que permiten medir en tiempo real en qué se fija el comprador. “Siempre se ha dicho que no es lo mismo ver que mirar, y con esta técnica de neurociencia, se evidencia esta afirmación. El eye-tracking recoge únicamente dónde se ha focalizado la atención cuando la mirada se ha detenido como mínimo 0,1 segundos, [...] que es cuando la información llega al cerebro y se procesa. Y es justo entonces cuando puede producirse, derivado de ese estimulo, un cambio de percepción, una compra o incluso una huida o rechazo”, detalla Núria Borrut, directora de Estrategia e Innovación de Ipsos.
Y si el cliente llega a tocar el producto, las probabilidades que se lo lleve son un 75% más elevadas, dice Ángela López,directora de Eficacia Comercial y Marketing de Nielsen. “La neurociencia es como tener un juguete mágico en nuestras manos”, concluye