Faltar al trabajo de forma reiterada e intermitente puede ser una causa legal de despido, aunque las ausencias sean justificadas, siempre que estas superen el 20 % de las jornadas hábiles durante dos meses consecutivos.
El fallo responde a la cuestión de inconstitucionalidad presentada por un juzgado barcelonés, que analizaba el caso de una trabajadora que fue despedida por su empresa tras ausentarse 16 días (nueve de ellos hábiles) en un período de cinco semanas. De estas ausencias, todas fueron respaldadas por bajas médicas de corta duración y solo en una jornada la ausencia fue injustificada.
Las faltas que no se computan
En cualquier caso, como destaca en su fallo el Constitucional para argumentar que no se produce un riesgo para la salud de los trabajadores,hay ciertas causas de absentismo que no se pueden computar como faltas de asistencia a efectos de despido. Son las bajas por accidente de trabajo, maternidad, riesgo durante el embarazo o enfermedad causada por el mismo, parto o lactancia, paternidad, licencias y vacaciones o enfermedad o accidente no laboral cuando medie una baja médica y esta tenga una duración de más de 20 días consecutivos. Tampoco computarán las que obedezcan a un tratamiento médico de cáncer o enfermedad grave.
Fuente: LaVoz
CincoDías: Guía para saber si su empresa lo puede despedir por absentismo laboral
29.10.19
26.10.19
I+D+i: García Olmo, su equipo y varias empresas desarrollaron durante casi dos décadas un fármaco que ahora comercializará por todo el mundo la farmacéutica japonesa Takeda
Investigación: Damián García Olmo y su equipo se plantearon por primera vez utilizar células madre para mejorar los resultados de su cirugía en una paciente con enfermedad de Crohn. Probaron con unos cultivos celulares como último recurso reparador. La operaron el 2 de mayo de 2002 y funcionó.
Desarrollo: han sido necesarios diecisiete años para que el tratamiento, la primera terapia con células madre extraídas (de la grasa) de donantes aprobada en Europa, haya sido incluida por el Estado español entre las financiadas por la sanidad pública y esté a disposición de los pacientes comunes.
Junto a las tareas médicas y científicas, en el logro de este éxito improbable fue fundamental el apoyo empresarial. La entrada de la empresa hispanobelga TiGenix fue fundamental para realizar las inversiones que requieren los grandes ensayos clínicos para probar la eficacia de un tratamiento.
Innovación: finalmente, Takeda, una gran farmacéutica japonesa, compró TiGenix por algo más de 500 millones de euros. Será esta entidad la que comercialice el tratamiento, bautizado como Alofisel, aunque seguirá produciendo y distribuyendo las células desde su factoría de Tres Cantos, al norte de Madrid.
Fuente: ElPaís
15.10.19
Las seis necesidades que tenemos (y dos de ellas nos hacen realmente felices)
Los psicólogos llevan más de un siglo analizando qué nos mueve en nuestra búsqueda de la felicidad. Han propuesto diversas teorías. Una de las más sencillas es la que sugieren Anthony Robbins y Cloé Madanes, que distinguen seis necesidades agrupadas en dos tipos. A las cuatro primeras las consideraron básicas. A las otras dos, superiores. Estas últimas se activan dependiendo de nuestra edad, de nuestros recursos y de nuestra forma de ser. Veamos cuáles son esas necesidades:
—Seguridad. Necesitamos sentirnos protegidos, cómodos e incluso controlar todo aquello que nos rodea. Es una sensación que compartimos con otros mamíferos. El grado de preocupación por estas cuestiones depende de cómo seamos. Unas personas tienen un nivel de exigencia menor y a otras les molesta cualquier cosa que se escape al mundo que conoce. Aquí podemos incluir a las personas quisquillosas o a aquellas que son muy controladoras y que intentan sentirse seguras a toda costa.
—Variedad. La curiosidad es innata al ser humano. Hacer siempre lo mismo, llevar la misma ropa o comer lo mismo nos aburre profundamente. Por eso necesitamos romper nuestra monotonía. La búsqueda de la variedad está relacionada con disfrutar de todo aquello que nos resulta novedoso. Esta necesidad se opone a la necesidad de sentirnos seguros, aunque ambas pueden ser complementarias. Una vez más, dependiendo de cómo seamos, un cambio en la empresa nos puede llevar a emocionarnos (necesidad de variedad) o a agobiarnos (de seguridad).
—Relevancia. Todos necesitamos sentirnos importantes, únicos y especiales de alguna manera. Es una necesidad básica, pero, una vez más, el grado y la forma en la que la desarrollamos depende de cada uno de nosotros. Para algunas personas, la relevancia social supone una motivación de fondo para acaparar poder a cualquier precio, aunque para ello tenga que pisar a todo aquel que se ponga en su camino. Otros, en cambio, utilizan esta necesidad para alcanzar logros que beneficien a los demás.
—Conexión. Las personas necesitamos sentirnos parte de un grupo, ya sea la familia, los amigos o un equipo de fútbol. Es una necesidad básica e íntima: la de pertenencia. La creación de lazos con otras personas es básica en los seres humanos. Esta necesidad es opuesta a la de relevancia. Esta dualidad es el motivo por el que muchas personas, cuando son ascendidas en su trabajo, se enfrentan a un conflicto: asumir poder y dejar de formar parte del grupo.
Hay quienes luchan por un determinado puesto o por tener cierta situación financiera, pero, cuando lo alcanzan, se dan cuenta de que no les satisface tanto como esperaban. Esto sucede porque no se cumple alguna de las dos necesidades superiores, como el desarrollo o la contribución, que veremos a continuación.
—Desarrollo. El desarrollo no nos hace sentirnos importantes, sino que nos ayuda a progresar, a aprender continuamente y a crecer tanto a título personal como emocional.
—Contribución. La última necesidad es la de ayudar. Servir o facilitar que otros se desarrollen. Es la motivación más elevada y responde a la necesidad de contribuir a una causa positiva para terceros. Este punto puede vislumbrarse de formas muy diversas: podemos contribuir como padre o como madre; dedicarnos a la enseñanza para ayudar a los demás; liderar un grupo de personas para que desarrollen todo su potencial; defender un legado o buscar la trascendencia en la conexión con la naturaleza.
14.10.19
13.10.19
Adiós a la deslocalización: las fábricas vuelven a casa
La guerra comercial, el aumento de los costes laborales y los avances tecnológicos fuerzan a las compañías a replantearse la estrategia de producir fuera de su país de origen.
Los factores que alimentan el cambio se están empezando a producir: la automatización, el aumento de los salarios de los trabajadores fabriles chinos del 64% desde 2011 y las fricciones comerciales
Los efectos de las tensiones arancelarias hacen que el 41% de las empresas estadounidenses implantadas en el gigante asiático estén considerando trasladar su producción, según una encuesta de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en China. Una cuarta parte de ellas se llevaría la fabricación a otros países del sureste asiático (Vietnam, India, Singapur y Malasia), el 10% habla de México y un 6% optaría por la vuelta a casa.
¿Aumentar o disminuir impuestos?
Según Gabriel Zucman, subir impuestos no daña el crecimiento. “Cuando Estados Unidos tenía un impuesto muy progresivo crecía el doble que ahora”, afirma rotundo. E insiste: “Los superricos no promueven el crecimiento. Son las políticas de educación, infraestructuras… Y para eso hace falta recaudar impuestos”.
Enlace de ElPaís
Enlace de ElPaís
Las multinacionales dejan de declarar 13.500 millones en España
Grandes empresas como Google, Facebook o Nike trasladan sus beneficios a otros países.
¿Cómo lo hacen? Sobre todo con el pago de royalties. La filial ubicada donde se desarrolla la actividad paga mucho por estos derechos a la matriz ubicada en un territorio de baja tributación. Y así se trasladan artificialmente los beneficios. También se manipulan los precios de las compras intragrupo para llevarse la ganancia donde se tributa menos.
4.10.19
2.10.19
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