23.1.18

Googlelandia: otra forma de entender la motivación


En sus oficinas no hay horarios. Los 3.000 trabajadores de Googlelandia (37.000 en todo el mundo) viven dispersos por la bahía de San Francisco y adaptan el puesto de trabajo a sus hábitos.

En Googleplex se ha recreado una especie de Arcadia feliz. Ernesto de la Rocha vive sus primeros meses aquí. Su herramienta de integración es la bolsa de fútbol que lleva en el coche. “Conoces gente con la que quizá puedes colaborar. Además de trabajar en equipo, en el vestuario nos contamos proyectos, y es normal que surjan experimentos y se mejoren las ideas”.
Lo normal es moverse en bicicleta. Hay un servicio interior de la propia empresa, pintadas con los colores del logo. Basta tomar una y pedalear. 
Unos van por aquí en patinete, otros parecen deambular disfrazados. Chanclas, bermudas y camisetas son el uniforme del empleado de esta fábrica de software y algoritmos. Cada esquina se aprovecha para una ocurrencia. Si una zona recuerda un campamento militar, en otro punto la colonia japonesa de googlers ha levantado un jardín zen, y en otro la tribu ecologista ha creado un huerto de judías verdes.
Tedd Carlisle se esmera en desmontar clichés sobre los cerebros que contratan. Asegura que las calificaciones universitarias no son determinantes. “Sí se mira, mucho, muchísimo, en los recién salidos de las aulas. Pero el resto de las veces nos interesa saber qué sabe hacer alguien y ver si su forma de ser encaja con nosotros”.

http://www.thinkinfreak.com/blog/2008/03/10/googlelandia-algo-mas-que-una-oficina/ http://elpais.com/elpais/2013/07/15/album/1373895062_347025.html#1373895062_347025_1373895142
http://elpais.com/elpais/2013/07/15/eps/1373887178_539728.html