18.2.18

Investigación de mercados: un espía en tu bolsillo



Nuestro móvil recopila datos sobre nuestra actividad diaria a través de apps que hemos instalado. En algunos casos, dando nuestro consentimiento a aplicaciones como Google o Facebok, o aceptando cookies para acceder a contenidos gratuitos.En otras, instalando una aplicación en teoría inofensiva.

El problema es que estas empresas non son transparentes porque no dicen que hacen con todos los datos que obtienen de sus clientes, una información que tiene un gran valor en el mercado. No se nos permite saber exactamente qué información sobre nosotros está siendo almacenada, compartida o usada para anuncios o para otros propósitos. Ese desequilibrio de poder nos deja abiertos a la manipulación y a la explotación.

Nos gusta exhibirnos en las redes, con imágenes, pulsando me gusta, contando nuestras aficiones.
Nuestras compras o visitas quedan registradas. Permitimos que el reloj de Apple o la pulsera Fitbit almacenen datos sobre nuestra salud; el sistema de geolocalización sabe donde estamos y a que horas.

Todo ello, puede reportarnos beneficios: acceder más rápidamente a la información que nos interesa, que nos ofrezcan productos personalizados, etc. Pero también perjuicios: cuando busquemos un trabajo habrá un currículum paralelo en la red, nuestro jefe sabrá donde estamos o nos despedirá porque nuestra salud no es buena, recibiremos publicidad no deseada, etc.

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Un ejemplo de aplicación espía: La página web de MSPY, repite que es "completamente legal", aunque se presente con el siguiente lema: "La mejor app para controlar a tus hijos y empleados". A partir de 26,99 euros al mes, MSPY promete un monitoreo total: "Nuestro software trabaja registrando toda la actividad sin ser detectado, los datos recopilados son la ubicación GPS, el historial Web, imágenes, vídeos, emails, SMS, Skype, WhatsApp, pulsaciones de teclas y mucho más".