A los estadounidenses ya no les gustan las hamburguesas, al menos las de McDonald's. Eso es lo que dicen las cifras de la gran cadena de restaurantes de comida rápida. Los datos de venta de la compañía llevan siete trimestres seguidos bajando. Las del último, además, han venido a dar la puntilla porque son aún menores de lo que esperaban los expertos. El beneficio neto en ese segundo trimestre había caído un 13 %.
Los problemas de McDonald's parecen derivarse de un profundo cambio en las costumbres estadounidenses donde la importancia de la alimentación para la salud está cada vez más presente. Y, simultáneamente, cala cada vez más profundamente el efecto pernicioso de la comida basura. Ante esta evidencia, Easterbrook promovió una campaña para cambiar esa imagen. McDonald's ha anunciado que el pollo que usará en sus menús estará libre de antibióticos y ha llevado a cabo una campaña sobre la frescura de los ingredientes que utiliza. Al mismo tiempo ha incorporado algunos ingredientes de calidad como una nueva hamburguesa de solomillo.
Pero el descenso en las ventas no es el único problema de McDonald's. Desde hace unos años hay una fuerte campaña en Estados Unidos para que aumente el salario mínimo. La cadena anunció esta primavera que subía un dólar por hora el sueldo de sus trabajadores. Y ahora los gestores de la compañía se encuentran con que no solo la recaudación ha bajado porque venden menos sino que además deben gastar más en salarios.
fonte: LaVozdeGalicia
